Orar es el momento en que nos encontramos con Dios corazón a corazón. Aprendamos a dialogar con él.
El sacramento de la reconciliación, también conocido como confesión, es la acción sagrada a través de la cual el cristiano católico regresa a la comunión con Dios y con su Iglesia.
La misa es el momento en que nos encontramos con Dios como en una familia. En ella Dios nos habla por medio de su Palabra y nos invita a la mesa de la eucaristía para anticipar la comida festiva de la eternidad cuando venga el reino de Dios.
El cristiano está llamado a escuchar atentamente a Dios que le habla y a cumplir lo que Dios le pide, porque en eso consiste el diálogo de amor que quiere entablar con nosotros.
Lo que hace Dios es nuestra vida es algo que nos debe mover a un estilo de vida diferente. Al hecho de vivir conforme a las maravillas que Dios ha hecho conmigo le llamamos testimonio.
Dice el Catecismo de la Iglesia Católica que las virtudes teologales tienen origen, motivo y objeto a Dios Uno y Trino y fundan, animan y caracterizan el obrar moral del cristiano (CIC 1812-1813); así que vivir guiado por ellas es la mejor manera de ser seguidores de Jesús.
Las virtudes humanas son esas actitudes constantes que nos disponen para hacer el bien. Toda virtud supone trabajo y constancia en el bien, que debe ser la nota caracterísitca del cristiano en su diario vivir.