INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era (Aleluya).
HIMNOSalmodia
ANTÍFONA 1
La paz sea con vosotros; soy yo, no tengáis miedo. Aleluya.
Salmo 124
EL SEÑOR VELA POR SU PUEBLO
Los que confían en el Señor son como el monte Sión:
no tiembla, está asentado para siempre.Jerusalén está rodeada de montañas,
y el Señor rodea a su pueblo
ahora y por siempre.No pesará el cetro de los malvados
sobre el lote de los justos,
no sea que los justos extiendan
su mano a la maldad.Señor, concede bienes a los buenos,
a los sinceros de corazón;
y a los que se desvían por sendas tortuosas,
que los rechace el Señor con los malhechores.
¡Paz a Israel!
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
La paz sea con vosotros; soy yo, no tengáis miedo. Aleluya.
ANTÍFONA 2
Espere Israel en el Señor. Aleluya.
Salmo 130
COMO UN NIÑO, ISRAEL SE ABANDONÓ EN BRAZOS DE DIOS
Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad;
sino queacallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
Espere Israel en el Señor. Aleluya.
ANTÍFONA 3
Tema al Señor la tierra entera, porque él lo dijo y existió. Aleluya.
Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
HIMNO A DIOS CREADOR
Eres digno, Señor Dios nuestro,de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
Tema al Señor la tierra entera, porque él lo dijo y existió. Aleluya.
LECTURA BREVE
RESPONSORIO BREVE
V. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, Aleluya.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, Aleluya.
V. Al ver al Señor.
R. Aleluya, Aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, Aleluya.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Antífona
El pan de Dios es el que ha bajado del cielo y da vida al mundo. Aleluya.
Cántico de la Santísima Virgen María
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona.
El pan de Dios es el que ha bajado del cielo y da vida al mundo. Aleluya.
PRECES
Aclamemos alegres a Cristo, que después de ser sepultado en el seno de la tierra resucitó gloriosamente a vida nueva, y digámosle confiados:Se pueden añadir algunas intenciones libres.
-Rey de la gloria , escúchanos.
Te rogamos, Señor, por los obispos, los presbíteros y los diáconos: que sirvan con celo a tu pueblo
-y lo conduzcan por los caminos del bien.
Te rogamos, Señor, por los que sirven a tu Iglesia con el estudio de tu palabra:
-que escudriñen tu doctrina con pureza de corazón y deseo de adoctrinar a tu pueblo.
Te rogamos, Señor, por todos los fieles de la Iglesia: que combatan bien el combate de la fe
-y, habiendo corrido hasta la meta, alcancen la corona merecida.
Tú que en la cruz cancelaste la nota de cargo de nuestra deuda,
-destruye también en nosotros toda clase de esclavitud y líbranos de toda tiniebla.
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro Maestro: Padre nuestro.
ORACIÓN
Señor, tú que abres las puertas del reino celestial a los que han renacido por el agua y por el Espíritu Santo, acrecienta en tus hijos la gracia que les has dado, para que no se vean privados de tus promesas lo que han sido ya purificados de sus culpas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.