INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era (Aleluya).
HIMNOSalmodia
ANTÍFONA 1
Que tus fieles, Señor, te aclamen al entrar en tu morada.
Salmo 131 I
PROMESAS A LA CASA DE DAVID
Señor, tenle en cuenta a David
todos sus afanes:
cómo juró al Señor
e hizo voto al Fuerte de Jacob:«No entraré bajo el techo de mi casa,
no subiré al lecho de mi descanso,
no daré sueño a mis ojos,
ni reposo a mis párpados,
hasta que encuentre un lugar para el Señor,
una morada para el Fuerte de Jacob.»Oímos que estaba en Efrata,
la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies.Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala,
que tus fieles te aclamen.
Por amor a tu siervo David,
no niegues audiencia a tu Ungido.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
Que tus fieles, Señor, te aclamen al entrar en tu morada.
ANTÍFONA 2
El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella.
Salmo 131 II
El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractará:
«A uno de tu linaje
pondré sobre tu trono.Si tus hijos guardan mi alianza
y los mandatos que les enseño
también sus hijos por siempre
se sentarán sobre tu trono.»Porque el Señor ha elegido a Sión
ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre
aquí viviré porque la deseo.Bendeciré sus provisiones
a sus pobres los saciaré de pan;
vestiré a sus sacerdotes de gala
y sus fieles aclamarán con vítores.Haré germinar el vigor de David
enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia
sobre él brillará mi diadema.»
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella.
ANTÍFONA 3
El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.
Ap 11 17-18; 12 10b-12a
EL JUICIO DE DIOS
Gracias te damos Señor Dios omnipotente
el que eres y el que eras
porque has asumido el gran poder
y comenzaste a reinar.
Se encolerizaron las naciones
llegó tu cólera
y el tiempo de que sean juzgados los muertos
y de dar el galardón a tus siervos los profetas
y a los santos y a los que temen tu nombre
y a los pequeños y a los grandes
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.
Ahora se estableció la salud y el poderío
y el reinado de nuestro Dios
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado
el acusador de nuestros hermanos
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.
Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del testimonio que dieron
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por esto estad alegres cielos
y los que moráis en sus tiendas.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.
LECTURA BREVE
RESPONSORIO BREVE
V. Yo dije: "Señor, ten misericordia.»
R. Yo dije: "Señor, ten misericordia.»
V. Sáname, porque he pecado contra ti.
R. Señor, ten misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Yo dije: "Señor, ten misericordia."
CÁNTICO EVANGÉLICO
Antífona
Levantó la voz una mujer en medio de la gente, exclamando: «Dichoso el seno que te llevó y el pecho que te alimentó.» Pero Jesús respondió: «Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la conservan.»
Cántico de la Santísima Virgen María
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona.
Levantó la voz una mujer en medio de la gente, exclamando: «Dichoso el seno que te llevó y el pecho que te alimentó.» Pero Jesús respondió: «Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la conservan.»
PRECES
Oremos a Cristo, el Señor, que nos dio el mandamiento nuevo de amarnos unos a otros, y digámosle:Se pueden añadir algunas intenciones libres.
- Acrecienta, Señor, la caridad de tu Iglesia.
Maestro bueno, enséñanos a amarte en nuestros hermanos
- y a servirte en cada uno de ellos.
Tú que en la cruz pediste al Padre el perdón para tus verdugos,
- concédenos amar a nuestros enemigos y orar por los que nos persiguen.
Señor, que la participación en el misterio de tu cuerpo y de tu sangre acreciente en nosotros el amor, la fortaleza y la confianza,
- y dé vigor a los débiles, consuelo a los tristes y esperanza a los agonizantes.
Señor, luz del mundo, que, por el agua, concediste al ciego de nacimiento el poder ver la luz,
- ilumina a nuestros catecúmenos por el sacramento del agua y de la palabra.
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro Maestro: Padre nuestro.
ORACIÓN
Te pedimos, Señor, que, cuanto más se aproxima la fiesta de nuestra salvación, con tanta mayor fe nos preparemos a celebrar el misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.