Celebración dominical
Pbro. Ernesto María Caro
El precepto contenido en los libros de la Escritura referidos al día de descanso (Sábado/Domingo), no busca tanto la interrupción del trabajo, sino la celebración de las maravillas de Dios. Es la ocasión para recordar, que Dios es el Señor del tiempo y del espacio, que la obra creadora en su totalidad le pertenece y que en su alianza de amor, nos ha llamado a ser cooperadores en ella.
Por ello dice el Papa que “en la medida en que este “recuerdo”, lleno de agradecimiento y alabanza hacia Dios, está vivo, el descanso del hombre, en el día del Señor, asume también su pleno significado. Con el descanso el hombre entra en la dimensión del “descanso” de Dios y participa del mismo profundamente, haciéndose así capaz de experimentar la emoción de aquel mismo gozo que el Creador experimentó después de la creación viendo “cuanto había hecho, y todo estaba muy bien” (Gen 1,31)” DD 17