Reiki
Pbro. Ernesto María Caro
Pregunta:
Padre, le escribo desde Argentina y mi pregunta es: ¿Está bien hacer reiki? ¿Qué dice la iglesia acerca del reiki? Por aquí estoy notando que cada vez más gente lo hace, y veo que les crea más confusión. Creen más en esto que en Dios. Desde ya, muchísimas gracias.
Respuesta:
Querido hermano: me gustaría empezar diciéndote que el reiki, se le considerado como “medicina alternativa”. Ésta consiste en la utilización de la energía que todos los cuerpos vivos tienen y que puede ser aprovechada para diferentes propósitos. Esto, dentro de la ciencia, está apenas en experimentación, sin embargo, se ha visto en la práctica que efectivamente es algo real.
El reiki es una técnica para curar algunos padecimientos físicos y emocionales. De ésta se desconoce ciertamente su origen sin embargo era practicada por los monjes tibetanos y fue introducida en el Japón alrededor de 1900 por un monje “cristiano” llamado “Mikao Usui” y llegó a los Estados Unidos en 1970. (Lo pongo en comillas, pues aunque originalmente era cristiano, adoptó totalmente la filosofía budista del zen).
Esta técnica, de acuerdo a su fundador o propagador, lo que busca es “desbloquear” algunas áreas sensitiva mediante la energía de la persona. Esto se logra imponiendo suavemente las manos sobre algunas áreas de la persona enferma y de esta manera dejar que la energía sanante pueda volver a circular por la persona. Algunos investigadores han encontrado que, debido al alto grado de concentración y relajamiento que requiere esta técnica, el cuerpo libera “endorfinas” que producen una sensación de confort muy elevado (parecido a la de morfina) y que sirve como un intenso calmante.
Se ha visto, también, que quienes se someten a esta terapia, han visto reducido el dolor producido por la artritis y la esclerosis múltiple; hace sentir a la gente con un gran vigor, aliviando problemas emocionales y depresivos; se ha encontrado también que reduce grandemente el stress en pacientes que son atendidos de Cáncer y sida.
Como ves, realmente es, como se ha venido proponiendo, parte de lo que hoy se conoce como “medicina alternativa”.
Ahora bien, regresando a tu pregunta, si es correcto para un cristiano practicar (que la verdad no es una práctica sino una terapia) reiki, la respuesta está en quién la enseña y cómo la enseña, ya que la principal parte de esta técnica o terapia está basada, como ya te decía, en alcanzar un profundo estado de concentración y relajación a través de la meditación.
Viniendo esta terapia de los monjes tibetanos, ésta está totalmente empapada de la filosofía y de la concepción budista de Dios (lo propongo así pues no se puede hablar ciertamente de una teología budista). Esto resulta altamente peligroso para un cristiano, pues en general, hasta donde yo conozco no hay instructores cristianos, por lo que todo el material y la práctica de la meditación estará centrada en el zen y en otras prácticas contrarias a la teología cristiana. El mejor ejemplo de su peligrosidad para la vida cristiana la tenemos en su iniciador Mikao Usui, quien abandonó, como ya te decía, la fe cristiana y llegó a pensar que, efectivamente, Cristo sanaba a los enfermos mediante el reiki. Con ello hizo de Cristo un ser mortal que había aprendido a usar la energía corporal. Negaba así su ser divino y la acción milagrosa que probaba su ser Hijo de Dios. Puedes imaginar la confusión tan terrible que causó con su enseñanza en al Japón que apenas empezaba su conversión al cristianismo.
Para nosotros los cristianos, la ciencia ha venido a revelarnos la existencia de fuerzas, que bien podríamos llamar “energías naturales” que realmente afectan a nuestro cuerpo y que pueden ser entendidas, como lo propone el reiki como energía corporal; el problema empieza cuando esta energía, ya no es tan natural, sino que está en sintonía con la Energía Cósmica, que finalmente se viene a identificar con la esencia de Dios, cosa totalmente contraria a nuestra fe, pues para nosotros Dios no es una energía, sino un persona divina, omnipotente, que no utiliza ningún tipo de energía para comunicarse con nosotros, sino que lo hace de manera directa y espiritual y que cuando sana lo hace a través de su Espíritu Divino y por eso lo llamamos milagro, ya que no tiene ninguna explicación científica ya que no está relacionado con ningún tipo de energía.
Te comparo esto, con otra medicina alternativa como puede ser la “herbolaria”. Se ha comprobado que hay muchísimas propiedades en hierbas, olores, etc., que son capaces de producir efectos somáticos y psicológicos en las personas, que las llevan a encontrar remedio a enfermedades o a situaciones depresivas, para las cuales la medicina convencional no ha encontrado. El problema brota cuando es usada por curanderos, que mezclan las hierbas con una serie de oraciones e invocaciones que nada tienen que ver con la medicina alternativa. De esa manera se da un sincretismo entre la fe y la medicina, induciendo poco a poco, no sin mérito de Satanás, a la persona a dejar la fe, o al menos, a torcerla gravemente en perjuicio de su alma.
Todo esto se puede aplicar también a las demás disciplinas, sean terapéuticas o “deportivas” como pueden ser el “tai shi”, la yoga y otras más.
En conclusión, podríamos decir que la medicina alternativa en general, corre el riesgo de apartar fácilmente de la fe cristiana a quienes la practican con personas de otras creencias (sobre todo de corte oriental). Quede claro que esto no es por la técnica en sí, sino por el método que se utiliza para poderlo aplicar (meditación zen).
Es muy posible que en el futuro (la verdad no sé si ya se dé actualmente), estas terapias puedan ser purificadas de todos los aspectos filosóficos y teológicos (como en el caso de la acupuntura) y de esta manera ser una verdadera alternativa para nuestra salud.
Ojalá y no te haya confundido más y haya podido responder a tu pregunta.