El Demonio
Pbro. Ernesto María Caro
Recientemente en uno de los canales de alta audiencia televisiva se presentó un “supuesto exorcismo” como parte de una serie de fenómenos paranormales que el investigador de este programa presenta. Esto, ha causado una gran polémica y un gran cuestionamiento sobre su existencia y realidad.
Es por ello que en esta catequesis quisiera poner ante sus ojos la realidad de lo sobrenatural, su posibilidad y en su caso, quién la causa. Espero en Dios, que esto pueda poner, por un lado paz en sus corazones, pero por otro ponerlos en guardia, sea de los charlatanes, como de la multiforme acción del demonio que busca nuestra infelicidad, y si le fuera posible nuestra perdición eterna.
EL DEMONIO Y SU
EXISTENCIA
Uno de los temas que poco se tocan, o que se tocan con poca
seriedad es el tema del demonio.
Esto ha hecho que, sobre todo
en la actualidad, mucha gente dude incluso de su existencia,
atribuyendo el mal a
situaciones puramente psicológicas
o de orden natural. La Sagrada Escritura es consistente en afirmar
la
existencia de este ser espiritual, el cual, busca por todos
los medios de destruir al hombre y su felicidad. Es por ello
que es importante esta catequesis, sobre todo en este tiempo
en el que se niega su existencia o se ridiculiza su accion, con
lo que se le da la gran oportunidad de actuar desde la oscuridad… desde
el anonimato. Recordemos lo que nos dice el Catecismo
de la Iglesia
Católica: «La Iglesia enseña que Satanás
primero fue un ángel bueno,
creado por Dios. El diablo
y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza
buena, pero ellos se
hicieron a sí mismos malos» CIC
391
Empecemos diciendo que el demonio no es un ser eterno,
pensamiento
difundido por el Maniqueísmo, el cual, ve en él
el principio del mal, coexistente con Dios,
principio del bien.
El Demonio es una creatura creada por Dios, por lo que en su
origen fue bueno. La Escritura nos
dice que su nombre era Luzbel,
es decir "luz bella". Diferentes comentaristas de todos
los siglos lo
identifican como el ángel más bello,
el cual debido a esa extraordinaria belleza se llenó de
soberbia y se reveló contra Dios, siendo así arrojado
de su presencia para siempre. "La Iglesia enseña
que el demonio primero fue un ángel bueno, creado por
Dios como dice el Concilio de Letrán "El diablo y
los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza
buena, pero ellos se hicieron a sí mismos
malos"(DS
800)" CIC 391.
Podemos decir que en la lucha espiritual que se desarrolla desde
el Génesis hasta el Apocalipsis, se encuentra implicado
el demonio, como un auténtico adversario. Su
inteligencia
angelical supera grandemente la nuestra, por lo que su acción
es temible y su poder busca
únicamente desorientar, deprimir
y finalmente destruir. Cuando hablamos del demonio nos encontramos
ante el
misterio del mal y de la perdición eterna. El
Catecismo nos lo dice enfáticamente: "Satán
o
el diablo y los otros demonios son ángeles caídos
por haber rechazado libremente servir a Dios y su designio. Su
opción contra Dios es definitiva. Intentan asociar al
hombre en su rebelión contra Dios" CIC 538.
Otra de las cosas que a veces nos causan confusión es:
si el demonio es uno o si son varios, y esto es debido a
que
a veces se habla del "diablo", del "demonio" o
de "Satanás". Así pues,
diremos que el
nombre de "Satanás" es usado para indicar al
Jefe de todos los demonios, al cual
podríamos identificar
con Luzbel. Prácticamente esto mismo se podría
decir en el término
"diablo". Sin embargo, este
término indica una función de Satanás, y
en general de todos
los demonios, que es la de dividir (del latín "diavolus").
Finalmente él término "demonio"
sirve
para indicar a todos los ángeles rebeldes. Ahora bien,
este último nombre, en el uso que le da el
Nuevo Testamento,
nos revela parte del misterio de estos seres malignos, ya que
en él se muestra el "caos
que es el infierno".
En el pasaje en el que Jesús se enfrenta al demonio de
Gerasa (Mc 5,10), éste
le pregunta: “¿Cómo
te llamas?" Con lo cual, nos da a entender que habla con
uno (en
singular). A esta pregunta el demonio responde: "Me
llamo legión pues somos muchos". En la respuesta
notamos que responde en singular, pero que en realidad se refiere
a una multitud. Así vemos que mientras que en Dios todo
es orden y unidad, en el demonio todo es desorden y desunión;
todo en él es imperfecto e indeterminado. Es de esta
manera
como ejerce su acción destructiva en el hombre y en el
Reino, creando caos, desorientación y toda
clase de perturbaciones
que buscan únicamente quitarle la paz y la felicidad al
hombre.
Una de las tácticas favoritas y que en los últimos
tiempos le ha dado muy buen resultado al demonio, como ya lo
decía al principio, es el "pasar desapercibido" o
hacerle creer a la gente que no existe, y que todo esto es
un
mito inventado por la Iglesia o en el mejor de los casos, por
el mismo hombre ante el misterio del mal, de la
enfermedad, etc.
De ahí que hoy se busque hacer creer a la gente que dado
que el demonio no existe, tampoco
existe la tentación,
ni la perturbación y posesión diabólica.
Sin embargo, el testimonio de
la Biblia no deja lugar a dudas
sobre la acción del poder del Demonio. Dado que sería
muy extenso el
análisis de todos los textos en los que
Jesús combate al demonio y demuestra así su existencia,
nos limitaremos a presentar, a guisa de ejemplo, el caso del "epiléptico
endemoniado" (Mt 17,14-18, Mc 9,14-29, Lc.
9,33-45), ya
que éste pasaje ha sido usado frecuentemente para decir
que Jesús en realidad, lo más
que se le puede atribuir
al caso, es el haberlo sanado de una enfermedad de tipo psiquiátrica.
El caso
del Epiléptico se desarrolla después de
que Jesús ha regresado de la Transfiguración, y
se
encuentra con que sus discípulos no han podido expulsar
a un demonio. En este episodio han buscado, como ya decíamos,
reducir el exorcismo realizado de Jesús a una simple enfermedad
curada por el poder de Jesús. De acuerdo a un
especialista,
los síntomas presentados por el muchacho corresponderían
a un ataque de epilepsia: 1. el
enfermo grita; 2. enseguida el
enfermo se tira al suelo y se pierde la conciencia; 3. continúa
la fase
tónica caracterizada por la rigidez; 4. enseguida
sigue la fase clónica con movimientos convulsivos, la
respiración se hace difícil y le sale "baba",
se corre en este momento el riesgo de que el enfermo se muerda
la lengua y se rechinan los dientes; 5. finalmente viene la fase
de recuperación, la cual siempre es larga y penosa.
Todas
estas coincidencias ¿prueban que el evangelio confunde
la posesión diabólica con una
enfermedad? ¿Podemos
decir que fue una sanidad o un exorcismo lo que realizó Jesús?
En
este pasaje nos encontramos: 1. Que sí se describen
muchos de los fenómenos que se presentan en una crisis
epiléptica, esto es debido a que muchas traducciones han
buscado conducir los síntomas del muchacho hacia esta
enfermedad. Sin embargo, el texto griego nos ofrece una interpretación
diversa. SPARASSEI no significa que el muchacho fue
únicamente
precipitado por tierra, sino que fue "destrozado o lacerado" de
la misma forma que el arado
lo hace con la tierra al hacer el
surco (cosa que ocurre con frecuencia en los posesos o endemoniados).
Por otro lado
se presentan algunos aspectos que no tienen nada
que ver con la epilepsia, como es el mutismo del muchacho, los
impulsos suicidas al arrojarse al fuego y al agua; la reacción
del muchacho al encontrarse con Jesús, todas ellas
características
que están relacionadas a la posesión diabólica.
Por otro lado, de acuerdo a
la experiencia de los exorcistas,
el demonio usa de las debilidades del poseído incluyendo
sus enfermedades. Y
vemos que los evangelistas distinguen perfectamente
entre poseído y enfermo, ya que mientras con los primeros
se
establece un diálogo con el demonio y se dan reacciones
violentas que terminan con una orden de Jesús, en el segundo
se da una terapia en las que se imponen las manos, se unge con óleo
u otro signo de curación. Es pues evidente
que el demonio
es una realidad en el mundo y que puede ser capaz de destruir
una vida.
El
demonio obra en este mundo con el poder que la misma Escritura
le reconoce, lo mismo que la experiencia secular de la Iglesia.
Esta acción la ejercita de dos modos: por medio de la
seducción y por medio de la constricción. La primera
forma de obrar del demonio es también lo que conocemos
como la tentación, y consiste en incrementar en
nosotros
el deseo, presentando por medio de engaños, una realidad
que es en sí misma mala y destructora,
pero que sabe esconder
muy bien bajo la apariencia de un bien, como lo podemos ver claramente
tanto en el
paraíso como en las tentaciones de Jesús,
en donde se les ofrece, el poder, el placer y la gloria. Es la
manera como engaña y atrapa a sus víctimas para
llevarlas al pecado, que en ocasiones pude incluso llevarlas
hasta hacer un pacto con él, a fin de tener todo cuanto
le ha sido ofrecido. Esto en principio aparece como un bien,
pero pronto se desenmascara descargando sobre su víctima
todo su odio, destruyendo su vida y todo cuanto tiene a su
alrededor.
Debemos saber y recordar siempre que Satanás no tiene
amigos, solo esclavos. Es tan hábil que
sabe desestabilizar
el alma y llevarla a sus terrenos como son el espiritismo, curanderismo
y en general la
búsqueda del conocimiento al margen de
Dios, en donde fácilmente pude ir teniendo mayor participación
en su vida hasta incluso llegar a la posesión. Sobre estas
prácticas la misma Biblia nos previene (Lv 19,26.31;
20,27;
Dt 18,10-11; 1Re 28,7.9-10.13).
FORMAS DE ACTUAR DEL DEMONIO
a. Maleficios y sortilegios
Dentro de la constricción, podemos distinguir diferentes
maneras en que el demonio actúa. Entre ellas están
los maleficios y los sortilegios. Estos, aunque no son comunes
pues la mayoría de las veces, se confunden con enfermedades
de tipo psíquico o sobre todo con sugestiones, la
Iglesia
reconoce que existe una forma de obrar del demonio en la que
por medio de objetos y pociones preparadas por
aquellos que tiene
pacto con él, son capaces de producir males morales e
incluso físicos en las personas.
Es común escuchar personas que dicen: “le hicieron
un trabajito”. Esto se refiere precisamente
a esta forma
de actuar del demonio sobre terceras personas, las cuales pueden
verse afectadas gravemente por
enfermedades y desgracias que
no encuentran ninguna explicación científico ni
normal.
Cuando una personas sospecha que ha sido víctima de uno
de estos males es necesario recurrir a un sacerdote que conozca
de esto para que ore sobre el y pueda así liberarlo del
maléfico o “factura” que lo esta
perturbando
o afectando físicamente (es por ello que esta oración
se llama “oración de
liberación". Si
la Factura ha sido hecha por una persona que tenga mucho poder
con Satanás, no
bastará la oración de liberación,
sino que incluso será necesario recurrir al exorcismo.
Normalmente, ni el mismo demonio, por ser tan soberbio, da mucho
poder a los brujos, y generalmente quien ha sido víctima
de un “trabajito” puede ser liberado dentro de la
oración de liberación.
Debemos decir a continuación, que una de las grandes
trampas del demonio es llevar junto con el afectado a otras personas
a sus garras. Esto lo logra cuando en lugar de recurrir a un
sacerdote, se remite a otro brujo, con lo cual no solo se
empeora
la situación del afectado sino que el demonio aprovechara
de dañar incluso a los que lo
acompañan o sugieren
a visita al mago o brujo.
En los casos en que esto está ligado a objetos,
estos
deben ser tratados con mucho cuidado y por alguien que sabe de
esto con el fin de evitar daños mayores. El
demonio es
un ser perverso y utiliza todo cuanto está a su alcance
para destruir. Como ya decíamos, las
víctimas no
sólo son a los que se les hace el maleficio, sino también
a quien lo procuró,
pues ha entrado a tomar parte activa
en el proyecto del mismo demonio.
Por ello el acudir con magos,
hechiceros y curanderos lejos
de resolver cualquier problema lo empeoran y dificultan, pues
lo que podría haber
sido algo relacionado con la Psicología
puede transformarse en una verdadera enfermedad espiritual e
inclusive
en una perturbación o una posesión diabólica.
Quien lo ha hecho por ignorancia para conocer el futuro, puede
estar también él o alguno de los miembros de su
familia dañados. Si se ha visitado a uno de estos
hechiceros
en necesario confesarse y pedir al sacerdote que junto con la
absolución ore pidiendo la
liberación y rompiendo
cualquier caso de perturbación demoníaca que se
pudiera haber establecido
con la persona.
b. La posesión
La forma más grave de
intervención del demonio
es la posesión. En esta situación quien es dañado
por el demonio,
puede padecer una serie de enfermedades físicas
y psicológicas que lo martirizan terriblemente todas ellas
sin cura y sin razón aparente. El demonio actúa
desde dentro (por lo que se llama posesión) dejando incluso
muy dañada la libertad, por lo que se pueden llegar a
cometer acciones perversas por cuenta del demonio.
Aunque no es común que el demonio llegue a poseer a una
persona, como lo hemos visto directamente en la experiencia de
Jesús, esto puede ocurrir. Para la liberación de
este mal en el hombre, es necesario recurrir a un
exorcista,
el cual no solo tiene que ser un sacerdote, sino que tiene que
tener el mandato expreso del Obispo para
poder realizar la expulsión
de Satanás.
Cuando hablamos de posesión se habla de palabras
mayores
y el exorcismo es un combate espiritual que mantiene el sacerdote
con Satanás. Quien no está
preparado para enfrentar
esta lucha puede recibir serios daños en su persona y
en su salud como nos lo narra el
pasaje de los hechos de los
apóstoles Hech 19,15-16.
Si alguien supusiera que él o alguno de sus
familiares
o amigos se encontrara en esta terrible situación, es
necesario acudir al sacerdote para que el, en
su momento lo remita
con el exorcista de la diócesis y de esta manera empezar
el proceso de liberación y
exorcismo. Acudir con cualquier
otra persona, siempre resultará en una situación
más grave que la
que ya se tenia.
Para realizar el exorcismo, muchas veces el sacerdote se vale
de la intercesión de
personas de probada virtud y oración
que durante la sesión de exorcismo oran e interceden para
que el
sacerdote pueda luchar contra el demonio.
Hollywood ha distorsionado grandemente lo que es en sí la
posesión y el exorcismo. Estas acciones son realmente
terribles y nada tienen que ver con lo que se presenta en
televisión
o en las prelícualas.
Finalmente diremos, al respecto que el Demonio usa de la
"constricción
(en cualquiera de las dos formas)" sobre dos tipos de personas:
a) Aquellas que se
abandonan a él con el pecado o con
el pacto; y b) Aquellas que constituyen un peligro para su reino.
En los
santos y en quien busca con radicalidad la santidad, el
demonio produce en ellos lo que se conoce como "obsesión",
a través de la cual busca desestabilizar su acción,
hacerla ineficaz, y que finalmente desistan de este
propósito.
Para ello usa de todos los medios a su alcance incluyendo la
perturbación
física.
LOS TERRENOS DE SATANáS Y SU INFLUENCIA
a. Consulta de
magos y adivinos
Para que el demonio pueda “perturbar” a una persona,
es decir tener acceso a
ella de manera directa o indirecta, es
necesario, aparte del permiso de Dios, el que la misma persona
se haya expuesto
a lo que se conoce como “los terrenos
o dominios de Satanás”. Esto se refiere a actividades
en las
cuales el demonio tiene una participación directa
y activa. Entre ellas están: la lectura de las cartas
y
de la mano, la consulta de magos o adivinos, y todo lo que
sea búsqueda del conocimiento al margen de Dios (incluidos
los Horóscopos y la Huija). Estas actividades, de las
cuales la mayoría son charlatanería que solo buscan
sacar dinero, debilitan la fe que es nuestro escudo, pues se
pone la confianza no en el Dios providente, en el Dios que
nos
ama y que hace que “todas las cosas cooperen para aquellos
que le aman”. Más grave aun es el
hecho de que algunos
de estos elementos de adivinación son, como ya lo hemos
visto, verdaderamente dirigidos por
Satanás, el cual conoce
nuestro pasado y puede conocer también nuestro futuro,
lo cual acredita a quienes
se dedican a esta actividad como verdaderos
servidores del demonio. Quien tiene la desgracia de toparse con
uno de
estos, ha puesto en grave riesgo su vida espiritual y
muchas veces incluso psíquica y física, pues el
demonio nunca deja de cobrar lo que se le debe.
b. El curanderismo
Otro de los terrenos
favoritos de Satanás se encuentra
en el “curanderismo”, el cual es una mezcla (sincretismo)
de fe
con medicina herbórica (la cual no es mala) y prácticas
supersticiosas (amuletos y talismanes). Se presume que mediante
el rezo de ciertas oraciones acompañadas de hierbas, comidas
o bebidas, o el uso de algunos objetos, la persona puede
obtener
la salud. Recordemos que nada ni nadie puede condicionar a Dios,
que es libre y no se condiciona por nuestras
prácticas
religiosas. Pensar que rezando un número determinado de
oraciones especificas mientras se
realiza una acción determinada
(comer, beber, ejecutar alguno otro signo) dará la salud
al enfermo es
equivocado y dañino a la fe, ya que si el
enfermo no se cura (cosa que sucede de manera ordinaria), no
sólo perderá la fe en el curandero, sino y principalmente
en el mismo Dios que es “ineficaz”, con lo cual el
deomio habrá logrado su cometido: Alejarnos de Dios. Muy
relacionado con esto está lo que en México se
conoce
como el “Fidencismo” en el cual los “Cajitas” (personas
que supuestamente guardan en
sí el espíritu del “Niño
Fidencio”) hacen creer a la gente que tienen el poder para
curar. Para ello piden a quienes acuden a ellos (además
de una jugosa suma de dinero) el rezo de algunas oraciones y
la práctica de algunos ritos de tipo totalmente paganos
en los cuales de ordinario se ofende la misma dignidad de la
persona. Signo de su irreligiosidad es la sustitución
del rostro de la Santísima Virgen de Guadalupe por el
del “Niño Fidencio”. La ignorancia religiosa
y la falta de fe en el Dios del amor, del Dios providente,
es
causa de muchos males. «La superstición es la desviación
del sentimiento religioso y de las
prácticas que impone.
Puede afectar también al culto que damos al verdadero
Dios, por ejemplo, cuando se
atribuye una importancia, de algún
modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte,
legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola
materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales,
prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es
caer en la superstición (cf. Mt 23,16-22)» CIC
2111
c. La superstición
Un terreno que ha sido siempre utilizado por el
demonio para
confundir a los cristianos y debilitar su fe es el uso de amuletos
y talismanes. Con ellos consigue que en
lugar de confiar en la
providencia de Dios y caminar en la fe, la vida y la seguridad
estén puestas en objetos.
La mayoría de estos objetos
no tienen ningún valor sino la superstición que
se crea al rededor de
ella, sin embargo el demonio pude utilizar
algunos para causar el mal. Se vale también de la ciencia
la cual,
por la ignorancia y el deseo de conocer el futuro desvía
el corazón y la fe. Esto hace que se le atribuyan poderes
“mágicos” o “sobrenaturales” a
las pirámides, los cuarzos y otros objetos. Esto es promovido
generalmente por ciencias extrañas al cristianismo como
la Dianética, el Control mental y la yoga, las cuales
se presentan como buenas e inofensivas pero la realidad es que
con el tiempo desvían la fe y le pueden dar
oportunidad
al demonio de perturbar nuestra vida. El demonio es un ser real,
capaz de destruir o perturbar nuestra vida
y nuestra felicidad;
la gracia, la oración y la vida sacramental nos protegen
de su acción y sobre todo
nos hacen vivir en el amor de
Dios. Con gran razon nos dice el Catrecismo que: «Todas
las prácticas de
magia o de hechicería mediante
las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas
a su servicio y
obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo
- aunque sea para procurar la salud -, son gravemente contrarias
a la virtud de la religión. Estas prácticas son
más condenables aún cuando van acompañadas
de una intención de dañar a otro, recurran o no
a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es
también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia
prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la
Iglesia
advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso
a las medicinas llamadas tradicionales no
legítima ni
la invocación de las potencias malignas, ni la explotación
de la credulidad del
prójimo» CIC 2117
d. El uso de la Ouija
Un juego que parece inofensivo e
incluso divertido puede no
serlo tanto. Es común encontrar en los supermercados un “Juego” que
se
llama “Ouija”. Este consiste en una tabla con
una serie de números y letras y una pequeña tablilla
en forma de aguja sobre la cual se ponen las manos. El “juego” consiste
en preguntarle a la “Ouija” sobre
algunos aspectos
para que ella nos adivine guiando la pequeña tablilla
en forma de aguja hacia las letras y
números para formar
palabras. Esto no es un juego… sino una TRAMPA DEL DEMONIO.
Es cierto, que algunas
veces, la tabla es dirigida por la persona
de manera intencional, sin embargo, con el tiempo se darán
cuenta que
la tabla comienza verdaderamente a guiar a quien tiene
sus manos puestas en ella y a indicar palabras que van formando
frases sobre aspectos “secretos” o “futuros” de
las personas. Esto es ADIVINACION, la cual está
prohibida
por Dios tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Algunos
padres de Familia no le dan importancia a
esto (y lamentablemente
algunos sacerdotes tampoco) pensando que es un juego inofensivo… ¡NO
LO ES! No es
raro encontrarse con personas que tienen serios
trastornos de tipo emocional, psicológico e incluso físicos,
sin una causa aparente. Estados crónicos de depresión,
angustia, insomnio, e incluso alteraciones de la salud
física
sin que los médicos identifiquen cuál es la causa
de la enfermedad. Es interesante
descubrir que la mayoría
de estos casos (por no decir que todos) han “jugado” alguna
vez en su vida
con la Ouija.
EL ENGAÑO DEL DEMONIO AL MUNDO DE HOY
a. La
indiferencia religiosa – el olvido de Dios
Ya decíamos más arriba como una de las tácticas
favoritas del demonio, para poder actuar con más libertad
y eficacia es el de persuadir a la gente de que él
no
existe. De hecho, podemos decir que el gran éxito en nuestros
días de Satanás, es el haber
sustituido su acción
directa, la cual suscitaba miedo, por una acción orgánica
y anónima,
invisible, la cual avanza en el tejido social
sin ruido, sin dejar la firma del príncipe de este mundo,
el cual
se sirve de agentes humanos, estratégicamente
colocados para lograr su presencia y su acción en el mundo.
De esta manera busca gobernar sin aparecer. Es de esta manera
como está logrando (y de esto somos testigos todos nosotros),
la exaltación del hombre y la marginación de Dios;
la tentación del Paraíso, tenida como mito,
ha
venido tomando forma concreta en nuestra sociedad: "Serán
como dioses" (Gen 3,5). Esto ha causado
un rechazo sistemático
de Dios en muchos sectores de la humanidad, el cual enmascarado
en el
"laicismo" va haciendo de Dios, no el órgano
rector de las conciencias, sino simplemente un ser marginal al
cual se le da culto el domingo (si acaso), pero que está,
más aún, que debe estar al margen de la vida, pues
su acción solo impide el crecimiento del hombre. Así Dios
no solo deja de ser el rector de la vida, sino que
su figura
se convierte en la de un tirano que oprime al hombre y lo confina
a la oscuridad de la razón,
principio de la gran estratagema
del demonio con Adán y Eva. (cf. Gen 3,3).
La
humanidad adolescente del siglo XIX, ha hecho del progreso
un ídolo. Casi podríamos escuchar la voz burlona
del Demonio: "¡Hombre! ya eres un adulto. Eres el
rector y señor del mundo. Tú posees la ciencia.
Tú no tienes necesidad de Dios y de la providencia. Con
la ciencia tú podrás vencer la pobreza, la
enfermedad,
la guerra e incluso hasta la misma muerte. Dios te tenía
como esclavo, pero mírate ahora
hecho ya un adulto listo
para la libertad. Date pues cuenta que Dios no existe, tú puedes
ahora decretar
IMPUNEMENTE, lo que tú quieras (incluida
la muerte de Dios), pues tú eres ahora el Dios DEL FUTURO.
Gentes como Karl Marx (1818-1883), Lenin (1870-1924), Auguste
Compte (1798-1857), Charles Darwin (1798-1857), Friedrich Nietzsche
(1844-1900), Sigmund Freud (1856-1939) y Jean-Paul Sartre (1905-1980)
son entre otros algunos de los que han contribuido
poderosamente
a diluir e incluso a erradicar la idea de Dios en la sociedad.
Vemos hoy en día que pese a todos
los esfuerzos hechos
por el hombre para vencer el hambre, la pobreza, la enfermedad
y la muerte, han sido en vano, y
que incluso nunca como hoy el
hombre vive en una situación de miseria física
yo espiritual como nunca en
su historia la había vivido.
Y es que el hombre al olvidar su origen y su destino ha venido
a caer en el
absurdo. Vemos con tristeza que la principal industria
de nuestro planeta es la fabricación y venta de armamento.
La droga se ha estructurado a un nivel mundial y es capaz de
envenenar a toda nuestra juventud. El mismo amor se ha ido convirtiendo
poco a poco, pero con paso firme, en simple erotismo, el cual
se preocupa únicamente de gozar sin concebir, o lo
que
es peor de concebir pero sin generar, con lo cual se ha convertido
en un instrumento de muerte. El aborto,
legalizado e impulsado,
muchas veces subvencionado, es causante hoy en día de
más muertes de las que se
realizaron en los campos de
extermino en todo el mundo. Todo esto no es sino el rastro que
va dejando el
"príncipe de este mundo" en su
afán por destruir la vida y la felicidad del hombre.
b. El satanismo
Todo lo anterior ha servido como caldo de cultivo para lo que
conocemos
como el Satanismo, el cual, puede ir desde su culto
hasta el pacto diabólico, en el cual, el demonio continúa
como lo hizo con Cristo, ofreciendo el mundo entero a cambio
del alma de su adorador. El satanismo, aunque ha existido siempre,
se puede decir que nunca como ahora ha tenido un desarrollo tan
fuerte y sobre todo abierto y organizado, causado
principalmente
por el reconocimiento legal que en muchos lugares se le ha dado
(bajo la premisa de la libertad de
culto, sin pensar que este
culto es el principal destructor de la misma libertad y de la
sociedad). Como el principal
exponente pude considerase a Aleister
Crowley (1875-1947) nacido en Inglaterra, el cual, fue conocido
como el
"hombre más perverso de la historia",
nombre del cual él mismo se vanagloriaba. Murió a
los 70 años, totalmente destruido por la droga y abandonado
de todos sus seguidores. En las "misas negras que
practicaba",
se realizaban sacrificios de animales y grandes orgías
en medio de droga y masoquismo. En la
actualidad, los seguidores
de estas sectas, han llegado a practicar sacrificios humanos
y a comerse el corazón
de sus víctimas. Uno de
los ejemplos más notorios a nivel mundial de estas sectas
es la de "Final
Church" la cual fue responsable de
la muerte y masacre de la famosa artista Sharon Tate el 8 de
agosto de
1969.
c. La música satánica y el Rock pesado
Uno de los medios por los
cuales se ha difundido esta doctrina
y perversidad, es sin lugar a dudas lo que se conoce como "Hard
Rock" o
"Rock Pesado" también conocido
como "Heavy Metal Rock". Este medio ha sido usado por
los
seguidores del satanismo para promover sobre todo la violencia,
el desenfreno sexual y la droga. Mick Jagger, cantante de los
Rolling Stones decía hace unos años: "El Rock
lo que necesita es más sexo, más droga y
más
satanismo". Algunos de sus éxitos fueron: Sympathy
for the devil (Simpatía por el
diablo); Dancing with Magíster
D (Danzando con el "señor" diablo); To their
satanic majesties
(Dedicado a las "majestades" satánicas).
Muchos de estos grupos usan sus discos para dar culto a Satanás,
lo cual logran gravando en sentido contrario a como normalmente
se oyen los discos, alabanzas a Satanás, sonidos de
bestias,
aullidos, etc... otras veces (las menos), hacen referencias a
diferentes nombres satánicos en sus
grabaciones y mezclan
mensajes subliminales que invitan al desenfreno en todos los
ordenes. En sus ropas llevan signos
y frases dedicadas al demonio.
En sus presentaciones se comportan como locos, o más bien
como poseídos
por espíritus satánicos, llegando
en algunos de sus conciertos a arrojar tinas que contienen sangre
y
vísceras de animales.
Para pasar los mensajes subliminales utilizan frecuencias que
el conciente no
registra (debajo de 20 Hz o arriba de 17,000
Hz.) pero que son capaces de producir en el cuerpo una sustancia
llamada
"endorfina" el cual es una especie de droga
natural. Esto hace que la gente se sienta elevada, y la mueve
interiormente a buscar la droga, o si ya se es adicto a aumentar
la dosis. Algunos mensajes subliminales encontrados en los discos
son; Satanás es Dios (Back Sabat); Oh Señor Satanás,
yo te deseo (Led Zeppeling); Bienvenido
Satanás, acepta
nuestro pacto, Bienvenido al Show (Electric Ligth Orchestra);
Satanás está en mi
(Michel Jackson) y otros más.
Esto sin tomar en cuenta las cientos de canciones que hoy se
escuchan, en los
cuales hay mensajes abiertamente satánicos
(sobre todo en Estados Unidos). De todo esto se ha derivado una
serie
de enfermedades que van desde la pérdida del odio
(por los altos volúmenes y las frecuencias de las canciones),
hasta enfermedades cardiovasculares, pérdida del equilibrio
físico, perturbaciones de carácter
físico-sexual
y cambios importantes en el nivel de insulina de la sangre (propensión
a la diabetes).
Algunos bloqueos morales se desmoronan ante la
influencia de este tipo de música, como claramente lo
dice Bob
Larson en su reporte sobre el Rock: "El rock no
es un pasatiempo inofensivo. Es una droga más mortal que
la
misma heroína, la cual está envenenado la vida
de nuestros jóvenes".
El Heavy Metal
Rock y el satanismo han derivado en lo que hoy
se conoce también como el Rock "satánico" el
cual de acuerdo a algunas estadísticas es el responsable
de una gran cantidad de suicidios en los jóvenes (sobre
todo en Estados Unidos). Muchas de estas canciones en sus letras
incitan a este comportamiento. Además de todo esto, los
cultos satánicos y el satanismo en sí, invita y
provoca a la criminalidad "satánica": no
solo
a la profanación de cementerios o de las sepulturas, la
necrofilia y los maleficios de todo genero, sino
incluso a los
homicidios rituales. Sin ir más lejos hace unos cuantos
años, en la ciudad de Matamoros,
Tamps., fueron asesinadas
24 personas, las cuales querrían asegurar la ayuda del
demonio para el tráfico
de drogas. Ante esto cabría
preguntarse ¿por qué no se hace nada? La respuesta
es la que hemos
venido dando desde el inicio: Satanás
sabe esconderse muy bien y ahora ha hecho creer a la gente que
no existe.
Así que los asesinatos y todos los demás
desordenes tiene alguna explicación de tipo psicológico
o moral. Es pues importante que sobre todo los jóvenes
aprendan a reconocer su presencia y a huir de ella.
LOS FANTASMAS
Relacionado con todo este mundo espiritual del demonio están
los
“aparecidos” y los fantasmas. La Sagrada Escritura
nos dice: “Está escrito que el hombre muera una
salo vez y que después de ello venga el juicio.” Heb
9,27. Es decir, que una vez que uno muere no regresa más
a este mundo. El mismo Jesús en la parábola del “rico
epulón y Lázaro” así lo
dice (puede
ver Lc 16,16-31). Por lo tanto, todas esas historia de “aparecidos” y
fantasmas pueden tener
dos orígenes: Uno físico
que estaría relacionado con situaciones psicológicas
en donde las
gentes imaginan las cosas, muchas veces con tal
realismo (generalmente por situaciones de tipo esquizofrénico
o
paranoico) que incluso podrían decir que son tocadas
por las personas que creen ver. El otro origen es de tipo
demoníaco,
en donde el Enemigo hace ver a las personas lo que él
quiere. En estos casos, se pueden
escuchar ruidos, e incluso
moverse objetos de manera violeta (puertas que se abren, luces
que se encienden, etc.,) Esto
tiene la misma gravedad que la
posesión, pues es real y evidente la presencia del demonio.
En estos casos es
necesario de nuevo recurrir al sacerdote, quien
bendiciendo la casa e invitando a todos a vivir en gracia, generalmente
los aparecidos y ruidos desaparecen. En ocasiones en donde se
ha han tenido misas negras, se ha practicada la magia o la
brujería,
consultado la hija, etc., será necesario realizar incluso
un exorcismo, el cual deberá
ser hecho por un sacerdote
que tenga esta potestad recibida del Obispo.
Debemos eliminar, como contraria a la
fe recibida de la Iglesia
el hecho que estas apariciones sean, lo que se conoce como: “almas
en pena”. Es
decir personas que habiendo muerto su alma
continúa vagando por el mundo. Esto no es verdad y solo
promueve la
superstición y acerca a los incrédulos
a los terrenos del demonio.
LA DEFENSA CONTRA LA
ACCIóN DEL DEMONIO
Mencionemos cuales son las armas con las que cuenta el cristiano
y el modo de
mantener este "combate" espiritual contra
Satanás y sus aliados. Podemos decir que existen "armas"
ordinarias
y extraordinarias. Dentro de las armas ordinarias toma el primer
plano LA ORACIóN, la que junto con
la PENITENCIA forman
el bloque que dificulta y restringe la acción del demonio
(Cf. Mt 26,41). De manera que
podemos decir que cuando el cristiano
ora y ayuna (hace penitencia), no solo fortalece la acción
contra la
tentación y el pecado, sino que se mantiene
en guardia contra las acechanzas del demonio. A esto se puede
añadir algunas oraciones especificas que la Iglesia siempre
ha recomendado contra la acción del demonio como son:
La consagración a Dios por medio de María Santísima,
ya que ella es la enemiga victoriosa de la
"serpiente" de
acuerdo a Gen 3,15 y Ap 12. Una oración que refuerza nuestra
unión con Dios es
la del "Regina Caeli", así como
la oración de San Miguel Arcángel, atribuida a
San
León XIII, quien la prescribió para que se
rezara después de cada misa, como producto de una visión
que tuvo sobre el terrible proyecto de Satanás sobre la
Iglesia. De hecho, el Papa Juan Pablo II invita continuamente
a que no se olvide el rezo cotidiano de tan poderosa oración.
Por otro lado tenemos la práctica del
ayuno y en general
todas las prácticas ascéticas, las cuales de acuerdo
a Jesús son una de las
armas más importantes para
protegerse y luchar contra el "adversario" del Reino
("Este tipo de
demonios no salen sino es con el ayuno y
la oración" Mc 9,29). La renuncia voluntaria a las
cosas buenas de
la vida, nos ejercitan para renunciar a aquellas
que se nos presentan como una tentación. Todos los santos,
quienes han tenido que combatir contra el pecado y en muchas
ocasiones con manifestaciones expresas del demonio, no cesan
de recomendar el ayuno como una de las armas más eficaces
contra las acechanzas del maligno. Las otras dos armas con las
que cuenta el cristiano para su lucha espiritual contra el pecado
y las acechanzas de Satanás, son los sacramentos y
los
sacramentales. Los primeros, siendo una acción y participación
directa de Jesús en el
cristiano, son la mejor defensa
contra el poder del Maligno y fuente de fortaleza espiritual
para prevenir el pecado.
La Eucaristía y la Reconciliación
frecuente, hacen que el cristiano pueda avanzar en la vida con
la
victoria de Cristo. Estos dos sacramentos fortalecen toda
la vida espiritual de quien los recibe imposibilitando la acción
del demonio. Esto trae por consecuencia, paz y armonía
interior. Finalmente tenemos los sacramentales como son los
crucifijos,
las imágenes de Jesús y de la Santísima
Virgen, las medallas benditas, y de manera
particular la "Cruz
de san Benito" a cuya bendición está ligado
un exorcismo. Todos estos
sacramentales, en la medida en que
se usan con fe y con la aprobación de la Iglesia, vienen
a ser una importante
herramienta para mantenerse en santidad
y en guardia contra las acechanzas del demonio.
Sobre las
prácticas acéticas debemos decir que
el mismo Jesús nos ha dado muestras de la eficacia del
ayuno,
en el combate contra el demonio y la tentación
cuando al inicio de su ministerio ayunó durante 40 días
con el fin de estar preparado para el momento de la prueba (Lc
4,5.9). Después de la resurrección del Maestro,
sus discípulos lo imitaron y con ello iniciaron la evangelización
de las naciones (Hech 13,3). Y es que al
abastecerse de alimento
que es la fuerza y la energía del cuerpo, el hombre se
abandona a la fuerza y a la
eficacia del poder de Dios. Es de
alguna manera renunciar a nuestras propias fuerzas, para darle
a Dios toda la
libertad de actuar en nosotros y a través
de nosotros. Es al mismo tiempo una privación que permite
al
Espíritu Santo dar al hombre más lucidez en
la toma de sus decisiones. Si el cristiano quiere vivir una vida
plena en la gracia y dejar que se desarrolle en él la
vida del amor y de esta manera estar protegido contra las acechanzas
del demonio, debe orar y ayunar con frecuencia.
Uno de los elementos más efectivos para tener a raya
al demonio y todas sus seducciones, es el amor a María
Santísima a quien Satanás teme y lo hace temblar
de rabia y de impotencia. Mientras que el demonio combate desde
el exterior, por medio de la violencia y la
seducción,
María inspira, desde nuestro interior, la fuerza que viene
solo de Dios. Satanás
inspira el odio que destruye y desintegra
mientras, que María nos inspira el amor que reinará por
siempre. De ahí la necesidad de una piedad mariana que
mantenga a distancia al enemigo y que nos ayude a resistir en
el momento de la tentación. Es testimonio de todos los
santos la eficacia de la intercesión de María,
en los momentos de tentación y acoso del demonio. Por
ello, arma indispensable del cristiano es el rezo diario del
rosario, el uso del escapulario de la Virgen del Carmen y alguna
medallita.
Finalizamos esta
catequesis sobre nuestro adversario el diablo,
con 10 sugerencias o prácticas que nos ayudan en nuestra
lucha
espiritual:
1)
Mantén la puerta de tu corazón siempre limpia.
Ciérrala al mal y al maligno.
Por lo que ser refiere a las tentaciones:
Espero que todo lo dicho aclare tu mente y tu corazón
y te dé los elementos para no caer ni en la superstición,
y mucho menos en las redes del demonio. Que el Señor
esté siempre
en tu corazón y que tu mano permanezca tomada de la amorosa
mano de María
Santísima.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Ernesto
María, Sac.
Agosto 4 del 2004
Podemos decir que
después de la fase agresiva del siglo
XIX y al principio del XX, Dios, desintegrado de las conciencias,
ha
venido a ser el gran ausente. Podemos constatar como el ateismo
ha tomado ahora la forma de "agnosticismo", que según
algunos datos, se calcula que de seguir esta tendencia secularizante,
para el siglo XXI habrá una proporción
de 4 a 1
(de cada cuatro individuos tres serán agnósticos
y uno creyente).
2)
Conserva tu vida en orden: el tener, el poder, el saber,
el amor, deben estar referidos siempre solo a Dios, pues él
es la fuente de todo bien. Toma la vía excelsa del
ayuno.
3) No tomar parte en
ninguna práctica de espiritismo o
de ocultismo bajo ninguna de sus formas (Ouija, lectura de cartas,
meditación trascendental, Fidencismo, etc.) Son trampas
que envenenan tu vida.
4) Escoge bien los
proyectos y los objetivos de tu vida. Estos
deben ayudarte a construir tu vida como una ciudad abierta a
Dios y
bien protegida contra los ataques del enemigo.
5) En las tentaciones violentas u obsesivas de un bien o
de
un placer, aléjate y no te dejes provocar ni absorber. Busca
inmediatamente otras cosas en que pensar o en que
entretenerte,
para mantener ocupado tu espíritu y movilizar tus fuerzas.
De esta manera la
obsesión que busca engañarte
desaparecerá.
6) Es importante
saber que si has
ofrecido todo a Dios, y después
de haber vivido en él en la paz y en el gozo, incomprensiblemente
te encuentras rodeado de oscuridad, de tentaciones, desgracias,
e incluso de padecimientos físicos, y tienes la
sensación
de estar nuevamente abandonado de Dios, o de ser un extraño
para él, debes
saber que este supremo asalto del demonio
puede ser una prueba saludable. En la noche, incluso en la desesperación
que nos lleva hasta la locura, abandónate a Dios. El es
la única esperanza, la única cuerda que
puede sostenerte
cuando estás en el túnel oscuro, en el cual has
sido despojado de todo. En
este túnel, en el cual tienes
la sensación de precipitarte vertiginosamente hacia el
vacío, Dios te elevará hacia sí, en un estado
de ligeraza que nunca antes habías probado. Sin
embargo,
la luz está solo hasta el final.
7) No olvides que tienes un ángel de la
Guarda. Encomiéndate
a este guardián y a san Miguel Arcángel, que es
el número
uno de la milicia celestial, el cual se bate
por Dios y por ti contra el demonio. Como ya hemos dicho, es
fundamental en nuestro camino hacia Dios y en nuestra lucha contra
el pecado y el demonio, nuestra relación con
María,
por ello:
8) Abandónate totalmente a la Virgen. Es tu madre en la
verdad. Ella puede ver más lejos que tú y te protege.
No puedes estar en mejores manos. Mantente
siempre en su presencia,
pues ella te guiará hasta Dios.
9) Sobre todo, entrégate
TOTALMENTE a Cristo victorioso,
Dios omnipotente, el cual quiso participar incluso de nuestra
debilidad
humana. El te guiará en el Amor, hacia el Amor,
sobre las alas del Espíritu Santo que él
mismo te ha enviado.
10) El demonio está vencido. No tengas miedo y confía
en la
victoria, no en la tuya pues eres débil, sino de
la de Cristo; no en la de tus débiles fuerzas, sino en
la del Amor. Mantén siempre en tu corazón la palabra
del apóstol Santiago: "Resistan al Diablo,
y él
se apartará de ustedes" (St 4,7)