Corpus Christi
Pbro. Ernesto María Caro
Después de la Pascua, la iglesia recuerda y celebra la institución de la Eucaristía y la presencia perenne de Cristo entre nosotros. Podríamos decir que principalmente desde la Edad Media se ha iniciado la veneración de la Eucaristía para destacar la realidad de la presencia de Cristo principalmente bajo la especie del pan. Antes de esto, la Eucaristía solamente se tenía para la comunión y se reservaba en los sagrarios para la comunión de los enfermos. Sin embargo, al iniciarse la herejía que sostenía que Jesús solo estaba presente durante la celebración Eucaristía, o ya más adelante con la reforma protestante, que Jesús no estaba en la Eucaristía sino solo era un “símbolo” (como de hecho mantienen las Iglesias protestantes), se iniciaron las procesiones con la Hostia a la vista de todo el pueblo. Esto dio origen a la fiesta del “Corpus Christi” que se realiza hasta ahora. La participación en esta fiesta nos ayuda a reconocer la presencia de Jesús en los sagrarios y a darle la adoración que como Dios se merece.
La procesión del “Corpus” y la visita periódica al Santísimo nos ayudan a crecer en la fe y en el amor a Jesús.