La infidelidad
Pbro. Ernesto María Caro
Pregunta:
Padre, yo me pregunto, ¿Cómo puede el hombre ser tan severo e imparcial con la palabra de Dios, en cuanto a su interpretación ya que en algunos casos se toma el sentido literal y en otros, según convenga, un sentido más acomodado? El caso es que usted ha dicho en sus catequesis que si una persona se casa con una persona casada queda excomulgada y no puede ser perdonada. Sin embargo, conocemos casos de sacerdotes que han cometido adulterio y a esos si se les perdonan sus pecados carnales. (Y utilizo la palabra adulterio porque “en teoría” él se ha casado con Dios por lo que debe respetar las mismas normas del matrimonio.)
Respuesta:
Querida hermana: Creo que es importante que en las catequesis pongamos mucha atención en lo que decimos para no confundirnos. Cuando una persona se divorcia de su cónyuge y se casa con otra persona no queda excomulgada sino que queda en situación irregular, pues empieza a vivir en adulterio (que es el caso que comenta Jesús en el pasaje de Mt 19, 5-12). En este pasaje Jesús es claro, no da lugar a interpretaciones: “Una mujer divorciada que se vuelve a casar comete adulterio”. Esto se aplica al hombre y a la mujer.
El pecado que se comete es pues, adulterio, el cual se perdona con dos condiciones: estar arrepentido, y dejar de vivir con la persona con la que se vive en adulterio ya que de lo contrario no existirá el arrepentimiento.
Un sacerdote o una persona casada que tiene relaciones con una persona, comete adulterio contra su mujer (contra la iglesia). Si no vive con ella, el pecado será perdonado con el arrepentimiento, que incluirá no volverla a ver y a procurar o al menos cambiar totalmente su relación con ella de manera que se evite el volver a caer en pecado. De ahí podemos diferenciar entre: cometer adulterio y vivir en adulterio. El primero es un pecado eventual y el otro es un estado permanente de pecado. El caso que Jesús trata es el del estado permanente (casarse con la otra persona), el cual pone a la persona en una situación de pecado habitual que para que pueda ser perdonado es necesario, según la palabra de Dios, dejar a aquel o aquella que no es su cónyuge.
Como ves la iglesia no hace diferencia entre una persona y otra sino entre las situaciones que puedan existir. Una persona que comete adulterio, será siempre perdonada (como de cualquier otro pecado) con la condición de que se arrepienta; arrepentimiento que en este caso requiere dejar a la persona con la que vive pues ésta es la ocasión y la causa del pecado. En otros casos como el robo o la difamación, el pecado cometido, para ser perdonado, requiere la restitución sea del bien o de la fama de la persona. En estos casos no basta decir que se está arrepentido sino que exige una acción concreta.
Ojalá y esto pueda aclarar un poco más para ti y para toda nuestra comunidad cibernética esta situación dolorosa tanto para la iglesia que tiene que observar lo que Jesús nos ha dejado en el evangelio, como para la persona que vive en esta situación, amando a la persona y que se ve privada de participar en los sacramentos de la reconciliación y de la comunión por vivir de una forma que la palabra de Dios nos presenta como pecado.